Volvemos a tener un post invitado de Patricia Porcel. En su última colaboración nos contó la experiencia de su viaje por Indonesia. En esta ocasión, nos llevará a Malasia junto a su compañero de aventuras Marco Sansalone, un creativo publicitario entre cuyas aficiones está hacer vídeos de viaje y la fotografía. Gracias, Patricia y Marco, por permitirnos viajar con vosotros a Malasia y compartir vuestra experiencia con los demás Adictos a los Viajes.
Río Lemanak Malasia |
Este año volvimos a ponernos la mochila rumbo al Sudeste Asiático, esta vez con destino Malasia, un país con gran diversidad étnica, cultural, religiosa y gastronómica. La ruta incluía (tras una breve estancia en Singapur) el Borneo malayo, Georgetown, las islas Perhentian y Kuala Lumpur.
Nuestro viaje a Malasia comenzó en la isla de Borneo, en concreto en el estado de
Sarawak, donde disfrutamos de la naturaleza en estado puro. En el Parque Nacional de Bako recorrimos la verde, frondosa y húmeda selva tropical, nos topamos con extraños insectos, animales (víbora incluida) y conocimos a los curiosos monos narigudos o proboscis, una especie endémica de la isla de Borneo.
Víbora en Parque Nacional de Bako |
Mono narigudo en Parque Nacional de Bako |
La sensación de encontrarse a solo unos metros de ellos, contemplando cómo se alimentan de las hojas y los frutos de los árboles y escuchando ese extraño sonido que los machos producen con su larga nariz, es indescriptible, como también lo es pasar la noche en la selva.
En Borneo también se pueden ver orangutanes en libertad, y para ello visitamos el centro de rehabilitación de orangutanes de Semmenggoh. Dato curioso: la palabra orangután en malayo significa “hombre de la selva” (orang-utan).
Orangutanes en Semmenggoh |
La siguiente gran experiencia del viaje fue convivir con una tribu Iban en una longhouse. Tras un largo viaje por carretera y una travesía tampoco demasiado corta río Lemanak arriba, llegamos al poblado. Fue muy interesante conocer acerca de sus familias, sus costumbres y su forma de vida. Ver a los niños jugar en el río, a las mujeres y los hombres ocupados con sus tareas diarias… Comer con ellos en la misma mesa, dormir bajo el mismo techo.
Familia de la tribu Iban |
La siguiente etapa fue Georgetown, en la isla de Penang, una ciudad colonial con mucha vida, legado histórico y arte urbano.
Mural de Ernest Zacharevic en Georgetown |
En la colina de Air Itam visitamos el templo Kek Lok Si, el templo budista más grande de Malasia, que alberga una pagoda de 7 pisos y un buda de más de 30 metros de altura.
Templo Kek Lok Si |
Y llegó el momento de relajarse, tomar el sol, hacer snorkel, bucear, ver el atardecer sobre el mar… y no preocuparse de nada más. El destino elegido fue Perhentian Kecil, la isla más pequeña y animada de las islas Perhentian.
Playa en Perhentian Kecil |
Peces payaso en Perhentian Kecil |
Otra experiencia única de nuestro viaje a Malasia fue nadar junto a las enormes tortugas marinas que lentamente se dirigían hacia la superficie para respirar.
Tortuga marina en Perhentian Kecil |
El broche final de nuestra aventura malaya lo puso Kuala Lumpur. Ya habíamos conocido esta increíble ciudad durante nuestro viaje a Indonesia, y por segunda vez confirmamos que es una de nuestras capitales asiáticas preferidas, por su multiculturalidad, su ambiente, su caos comedido y sus impresionantes edificios.
Torres Petronas de Kuala Lumpur, Malasia |
3 comentarios:
excelente crónica de un país misterioso y bello, saludos
Hola, estoy planeando mi viaje a Malasia, podria ponerme en contacto para un seria de dudas de alguna manera? Gracias!
Hola, Beatriz!
Puedes ponerte en contacto con nostros mandando un email a adictosalosviajes[arroba]gmail.com.
Un saludo!
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