Curiosidades de mi viaje a China

Soy una persona que siente mucha curiosidad por todo lo que pasa a su alrededor. Desde pequeño, siempre estaba preguntando cosas raras a mis padres, a mis tíos... y todos coincidían en que a veces era demasiado curioso... Esa curiosidad fue aumentando con los años y en parte fue uno de los pequeños motores que me generaron esta adicción a viajar. Pues bien, ni qué decir tiene que cada vez que viajo intento captar cada detalle que me rodea, quedarme con las sensaciones, con los olores, sabores... y con todo aquello que me llama la atención. Durante mi viaje a China me sentí en mi salsa, porque todo era tan distinto a lo que estaba acostumbrado que casi todo captaba mi atención. En este post explicaré algunas de las pequeñas curiosidades de China que me llamaron la atención.

Pantalones rajados para los más pequeños

Algo que me llamó muchísimo la atención. Los niños pequeños chinos llevan unos pantalones con una raja en el trasero. Supongo que para facilitar el cambio de pañal y ser más rápidos a la hora de ponerlos a hacer pipi y otras necesidades.

Niños en una carnicería del barrio musulmán de Xian

¿Esto es una estación de tren o un aeropuerto?

Era una de las preguntas estrella que me planteaba cada vez que pisaba una estación de tren china, sobre todo en las grandes ciudades, como Pekín o Shanghái. Y lo digo no sólo por el tamaño que tienen algunas, como la estación de tren de Pekín Oeste, sino también por la organización: grandes salas de espera, puertas de acceso a trenes, controles de rayos X...

Interior de la estación de tren de de Pekín Oeste

Por no hablar de las grandes explanadas que hay en algunas estaciones donde se reúnen centenares de personas a esperar sus trenes.

Exterior de la estación de tren de Xian

Estar inmerso en este mar de gente fue una de los grandes recuerdos que tengo del viaje a China.

Esperando el tren en el exterior de la estación de Xian

Barrer, barrer y barrer

No sé por qué, pero hay una gran cantidad de barrenderos en China. Puede parecer una tontería, pero fue un aspecto que me llamó mucho la atención. Los había por todas partes, en la calle, en parques, en carreteras... Y, como en todas partes, también se toman su tiempo de descanso, como se puede ver en esta foto.

Barrendero en Pekín

Les gusta mucho sentarse en la calle...

Es curioso ver a la gente sentada en la puerta de sus casas durante el día, sobre todo por la mañana, cuando calienta el sol. Se reúnen para charlar y... ver la vida pasar.

Señores al solecito en una calle de Shanghai

Es algo que me recordaba a mi infancia. Algunas escenas me eran muy familiares, por ejemplo cuando mi abuela se sentaba en la puerta de su casa a media mañana. Más de un domingo por la mañana me la encontré "pensando con los ojos cerrados", algo que por lo visto también se hace al otro lado del mundo.

Señora pensando con los ojos cerrados en Shanghai

También me acordaba de aquellas noches en mi pueblo, Villacarrillo, en las que los vecinos de la calle se salían a las puertas de sus casas y charlaban hasta altas horas de la madrugada mientras que los niños, yo entre ellos, jugábamos como si no hubiera mañana.

... Y les gusta mucho también jugar en la calle

Muchos chinos se reúnen en parques, como en el del Templo del Cielo de Pekín, o en la calle directamente para jugar a cartas o a otros juegos.

Jugando a las cartas en el Templo del Cielo de Pekín

Da igual la hora que sea, ya puede ser por la mañana o por la tarde. Siempre es un buen momento para pasar un rato agradable con los amigos.

Grupo de hombres jugando en una calle de Xian

Tai-chi y deporte para los mayores

Es muy curioso ver a las personas mayores haciendo Tai-Chi en los parques y en otros lugares al aire libre, como en jardines. Se levantan temprano y se ponen a hacer estiramientos y otros ejercicios. En mi caso, me sorprendió mucho ver a un grupo de ancianos haciendo deporte en las pagodas gemelas de Suzhou una mañana que hacía un frío casi insoportable para mí.

Personas mayores haciendo tai-chi en las pagodas gemelas de Suzhou

Una peculiar forma de hacer la fila

La noción que tenemos de hacer la fila en España discrepa un poco de lo que pude observar en China. Allí las filas generalmente no son de uno en uno. La gente se agolpa poco a poco y la fila empieza a engrosar. En las estaciones de tren a veces lo pasaba mal por este hecho: la gente se me colaba mientras esperaba tranquilamente en la ventanilla para comprar mi billete de tren. Al principio me molestaba y me quedaba boquiabierto, pero después te acostumbras  y empiezas a hacer las filas tú también a lo ancho, en lugar de a lo largo.

Pequeños problemas para acceder a Internet

Antes de ir a China ya sabía que no podría navegar por algunos sitios en Internet y que los resultados de las búsquedas de Google podían aparecer sesgados. Así ocurrió por ejemplo con las famosas fotografías de los tanques de la plaza de Tiananmen, que allí parecen no existir. Tampoco se podía acceder a Twitter y en según qué lugares ni siquiera al correo de Gmail.

El autor

José Luis es un andaluz afincado en Barcelona desde hace ya un tiempo. Su pasión es descubrir nuevas culturas, viajar y escribir. Por ello realizó estudios de traducción e interpretación, una forma bastante acertada de aunar estas tres aficiones. Se define como una persona inquieta y curiosa, adicto a los viajes y al chocolate y amante del deporte, sobre todo el tenis. Prefiere los lugares tranquilos y solitarios y los rincones por descubrir.