Atardecer en el puente Gálata de Estambul

Estambul es una ciudad donde se pueden ver unas puestas de sol espectaculares. Mi lugar favorito es, como ya comenté en el post sobre mis 5 motivos para visitar Estambul, el Cuerno de Oro.

Es sobre el puente Gálata donde presencié uno de los mejores atardeceres en la capital turca. Ver cómo el sol iba cayendo poco a poco y cómo la luz iba cambiando la tonalidad de los edificios y de las mezquitas fue algo único. 

Me encontraba en el Puente Gálata, que une la parte antigua de Estambul con la zona más moderna. Este puente mide unos 490 metros de longitud y es el punto de encuentro de numerosos pescadores locales.

Fue durante mi primera visita a la ciudad cuando, por casualidad, presencié aquel atardecer. Lo recuerdo como un momento casi mágico: la luz anaranjada lo iba envolviendo todo poco a poco, el sol destellaba reflejado en las aguas del Cuerno de Oro, las mezquitas y sus alminares empezaban a perder nitidez transformándose en meras siluetas, los pescadores, ajenos a la pérdida de luz, continuaban sumidos en su tarea, siempre atentos a la punta de la caña para ver si había picado algo... 

Las gaviotas, por su parte, revoloteaban nerviosas sobre el puente y las aguas, emitiendo graznidos, como si se quejaran del final de la luz, mientras que de lejos se empezaban a escuchar las voces que llamaban a la oración. Un momento mágico y efímero que intenté plasmar en estas fotos.

El autor

José Luis es un andaluz afincado en Barcelona desde hace ya un tiempo. Su pasión es descubrir nuevas culturas, viajar y escribir. Por ello realizó estudios de traducción e interpretación, una forma bastante acertada de aunar estas tres aficiones. Se define como una persona inquieta y curiosa, adicto a los viajes y al chocolate y amante del deporte, sobre todo el tenis. Prefiere los lugares tranquilos y solitarios y los rincones por descubrir.