Vilafranca del Penedès es una localidad ubicada a 40 km de Barcelona conocida a nivel internacional por su cava y sus vinos con Denominación de Origen Penedés, como los de marca internacional de Bodegas Torres.
El origen de Vilafranca se remonta a los comienzos del siglo XII, en plena Edad Media. Fue en la segunda mitad del mismo siglo cuando vivió un intenso crecimiento, favorecido en parte por la creación del mercado y la feria de Vilafranca, una de las más importantes de Cataluña a finales del siglo XII, y a la ubicación de la ciudad, que servía de enlace entre las tierras musulmanas y las cristianas.
En aquella época, la vida de la villa giraba en torno a la primitiva parroquia de Santa María, la primera iglesia en integrar el estilo gótico en Cataluña. Además, se construyeron otros edificios civiles y religiosos y en la segunda mitad del siglo XIV se levantó la muralla de Vilafranca.
La huella medieval de la ciudad sigue presente en nuestros días. Son varias las muestras de arquitectura civil y religiosa medieval que podemos contemplar en Vilafranca del Penedès. A continuación, nos vamos de ruta medieval por Vilafranca del Penedés.
Basílica de Santa María de Vilafranca del Penedès
Se trata del primer edificio parroquial de Cataluña construido en estilo gótico, siguiendo las directrices constructivas de las iglesias catalanas de nave única. La primera piedra se colocó en el año 1285, sobre una antigua capilla románica que disfrutaba de un emplazamiento de excepción en la villa. Su construcción fue posible gracias a las donaciones de familias nobles, de los mercaderes y de los poderosos gremios y cofradías. Finalmente, fue consagrada en 1484.La fachada principal fue erigida en el siglo XV siguiendo el estilo gótico, pero a lo largo de la historia ha sufrido diversas intervenciones.
Campanario de Santa María
El campanario de Santa María de Vilafranca del Penedès mide unos 52 metros de altura, tiene forma octogonal y se levanta en pleno centro de la ciudad, en la parte exterior de la Basílica de Santa María, pero de forma exenta. El campanario se usaba como método de comunicación. Las campañas eran tocadas por unos monjes para anunciar sucesos de todo tipo, no sólo religiosos.
Actualmente es posible subir a lo más alto de este campanario, desde donde se tienen buenas vistas a Vilafranca y a la comarca del Penedès. Asimismo, la torre es visible desde numerosos puntos del centro histórico.
Palau Baltà
Se trata de un antiguo caserío gótico erigido en 1308. Fue reformado en 1522 y restaurado en 1889. El edificio sigue la estructura de las casas señoriales góticas: patio central como núcleo distribuidor de las habitaciones de la casa, la escalera característica y la galería de arcos apuntados.
Iglesia y antiguo convento de San Francisco
Del antiguo convento franciscano sólo se ha conservado el claustro, que destaca por su sobriedad gótica. En él se enterraron nobles ilustres de la villa.
La iglesia se caracteriza por una austera fachada y se compone de una portada de medio punto, de origen románico.
Además, de los edificios mencionados, destaca el convento de la Santísima Trinidad, único en la ciudad por ser un edificio de transición del Gótico al Renacimiento; la iglesia de San Juan, de clara influencia cisterciense; la Casa de la Vila; la Casa Macià y el Palau Reial, donde murió el rey Pedro el Grande y sede actual del VINSEUM, el Museo de las Culturas del Vino de Cataluña.
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| Casa Macià y Casa de la Vila |
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El autor
José Luis es un andaluz afincado en Barcelona desde hace ya un tiempo. Su pasión es descubrir nuevas culturas, viajar y escribir. Por ello realizó estudios de traducción e interpretación, una forma bastante acertada de aunar estas tres aficiones. Se define como una persona inquieta y curiosa, adicto a los viajes y al chocolate y amante del deporte, sobre todo el tenis. Prefiere los lugares tranquilos y solitarios y los rincones por descubrir.
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