Visitar la Muralla China siempre había sido uno de mis sueños desde que era pequeño. Echo la vista atrás y me imagino jugando con los muñecos de Playmobil y algunos tacos de madera en la puerta de mi casa, traídos por mi padre para que pudiera montarlos y hacer mi propia muralla. Por aquellos entonces, no me imaginaba que unos años más tarde iba a viajar a China y que podría verla, tocarla e incluso pasear por ella. En aquellos años, ni siquiera sabía muy bien dónde estaba China, sólo estaba seguro de que se encontraba muy lejos, teniendo en cuenta lo que me decía mi madre al preguntarle que por qué no me llevaban a verla. "Hijo, eso está en la Cochinchina", me contestaba, y si ella decía esa frase era porque realmente muy cerca no estaba... No obstante, yo seguía empeñado en que algún día tendría que ver la Muralla China.
Y ese día llegó. Era un frío día de invierno en Pekín. El sol quería abrirse paso y calentar la ciudad, pero le era imposible en esos días de febrero. Ya llevaba un par de días en la capital y por más que el sol quisiera brillar, la típica bruma que me acompañó casi todo el viaje se lo impedía.
Para llegar a la Muralla China desde Beijing, tomé un tren que salía desde la estación del norte de Pekín (Beijing Bei). Por cuestiones de tiempo, decidí ir a Badaling, la parte de la muralla más cercana a la capital china, si bien es posiblemente la más reconstruida y la más atestada de turistas, tanto chinos como de otros países. Dadas las dificultades para comprar los billetes de tren en China, adquirí mi ticket la tarde de antes, para evitarme imprevistos y problemas de última hora. El billete de ida y vuelta cuesta unos 2€ y el trayecto dura aproximadamente 1 hora. He de decir que me esperaba un tren algo más antiguo e incómodo, pero al final resultó ser uno bastante moderno y con bastante espacio entre los asientos.
El tren atravesó la zona norte de Pekín y una vez dejó atrás la capital, el terreno empezó a ser algo más abrupto y montañoso, con subidas que parecían iban a dejar ahogado al ultramoderno tren. Ya habíamos pasado más de 45 minutos desde que salimos de Beijing Bei y por más que miraba por la ventanilla del tren, no había rastro alguno de la muralla. Sabía que estábamos muy cerca, era cuestión de tiempo y... ese momento llegó. Por fin se dejó ver, allí estaba, serpenteando por las colinas y salvando importantes desniveles hasta alcanzar las zonas más altas del terreno. La primera impresión fue de incredulidad. No podía ser verdad que estuviera viéndola. Me impactó bastante la altura de algunas partes y la forma en que se adaptaba al abrupto terreno. Lo hacía de una forma armónica, suave, ondulada.
Un cuarto de hora después de haberla visto por primera vez, llegué por fin a Badaling. La estación de tren está cerca de la entrada a la parte visitable de la muralla, a unos 10 minutos a pie más o menos. Una vez llegas a las taquillas, es muy probable que te encuentres algo de cola (normal en casi todos las atracciones turísticas de China). La entrada a la Muralla China cuesta 40 yuanes en temporada baja del año pasado (5 euros).
Cuando fui, había mucha gente en uno de los lados de la muralla. Como no soy muy amante de las multitudes, y mucho menos en los lugares turísticos, me dirigí al lado contrario de donde estaban las masas. Esa parte estaba casi desierta, no había apenas nadie, tan sólo algunos turistas y algunos chinos vendiendo postales.
Caminado por la muralla y atravesando sus torres de vigilancia es cuando realmente sientes todo su esplendor y te das cuenta de su espectacularidad.
Ver cómo la muralla se alejaba serpenteando hasta el horizonte, subiendo, bajando, despareciendo entre las montañas para volver a aparecer después es algo que me generó unas sensaciones casi indescriptibles. Y eso que lo que yo estaba presenciando no eran más que unos pocos quilómetros de los 7.300 de los que consta... Pasear en silencio, tranquilamente, parando a coger aire a veces tras salvar las empinadas cuestas, y contemplar las vistas desde la Muralla China es algo que queda grabado en la memoria para siempre.
Y fue en aquellos momentos, viendo el horizonte y el soleado cielo azul que tanto me había costado ver desde que hube llegado a China, cuando me acordé también de mi pequeña muralla hecha de tacos de madera.
11 comentarios:
Me gusta mucho este post. :)
La Muralla China eata cerca de Corea pero todavia no la he visitado. Despues de leer este post quiero visitarla. jeje.
Gracias por la informacion buena y
las fotos buenas tambien.
Sun Hee, gracias a ti por comentar! Si tienes la posibilidad de ir a visitarla, hazlo. Te gustará! Además, tú la tienes mucho más cerca que yo! Aprovecha! Un saludo!
Hola! Me llamo Jenny soy de Puerto Rico! Como uno ve en peliculas quisiera saber si dentro de la muralla hay algun templo de meditacion! O donde los chinos practiquen kun-fu! Es solo curiosidad pq he buscado info! No dice nada sobre eso! Y si puedes entrar a todas partes o solo permiten solo algunas en especificas? Gracias!
Hola Jenny! Gracias por el comentario!
La verdad es que no sé muy bien lo del templo de meditación ni lo del kung fu... :(
La muralla tiene varias partes visitables, como Badaling (de la que hablo). También hay otras más "auténticas", pero peor conservadas. Se puede hacer senderismo por muchas de estas secciones.
Hola!Soy una viajera, que como tú, le encanta conocer nuevos mundos.
He estado leyendo tu post. Estoy pensando en ir a China esta Navidad. Pero según he leido en otros foros, hace mucho frío(en Pekín unos -5 o -10 grados): En qué mes fuiste tú?¿Qué tiempo y frío te hizo?¿Qué ropa sería recomendable llevar?
A parte de Pekin, qué otras ciudades visitaste?Nosotros queremos visitar Pekin, Xian, Shangai y Guilin.
¿Alguna recomendación?
Un saludo y espero contestación pronto
Hola, viajera anónima!
Yo viajé a China en la segunda quincena de febrero y hacía mucho frío, un frío muy seco. De hecho, el día que fui a visitar la Ciudad Prohibida de Pekín, estaban congeladas las aguas del foso que la rodea. Durante mi viaje allí, aparte del frío, me llamó la atención el hecho de que el sol parecía no calentar. Normalmente había una ligera bruma a través de la cual podía verse el sol, pero el calor no llegaba a la tierra, jeje. Durante mi visita a la Muralla China, disfruté de un sol espléndido y un cielo azul, pero este tiempo no era el habitual.
Si vas en Navidad, supongo que hará también bastante frío. Yo me llevaría ropa de abrigo, sin olvidar gorro, bufanda y guantes. Lleva también protector labial, tu labios te lo agradecerán y no se agrietarán, jeje.
Además de Pekín, visité Xian, Shanghai, Suzhou y Tongli (muy cerca de Suzhou). En el blog hay otros posts sobre China, por si quieres echarles un vistazo. Además, si necesitas más información o tienes más dudas, no dudes en contactar conmigo vía email.
Un saludo, disfruta de esta aventura y cuéntanos a la vuelta!
Hola,
No suelo hacer este tipo de cosas como publicar un comentario en una entrada, pero ya ves, ha sido tan cautivante que aquí estoy escribiendo.
Soy Colombiano y he leído tu post, obviamente. He sentido interés por la muralla China y la he anotado como uno de mis lugares a visitar. Posiblemente no lo haga, considero difícil que en un lugar como mi país donde a veces solo da para el sustento y más tratándose de personas promedio que no contamos con la forma económica para ello se pueda lograr. Sin embargo, lo he anotado (gracias a ti) en una de mis metas de vida.
Te quería preguntar, esperando que aún revises tu blog (ya que la entrada es algo vieja) ¿hay algún lugar en especial de esos lugares que te cautivará más y por qué?
Cuídate, un abrazo y saludos desde Colombia.
Hola, Julián!
En primer lugar muchísimas gracias por tu comentario. Si leer la entrada ha hecho que te despertase el interés por la Muralla China y el post te ha cautivado, me doy por satisfecho y me anima a seguir escribiendo. Como bien dices, el post es antiguo, pero continúo trabajando en el blog y comentarios como este me motivan a que lo siga haciendo.
Me entristece el hecho de que por las circunstancias que mencionas no puedas llegar a verla algún día. Ojalá puedas. Así lo deseo y espero.
Respecto a los lugares que más me han cautivado... hay varios. De hecho tengo en mente publicar una entrada sobre esto. De todos modos, te adelanto que la Muralla es uno de ellos (obviamente). También me dejaron sin palabras el lago Atitlán (un escenario que parece sacado de una película) y las ruinas mayas de Tikal (Guatemala) y Palenque (México), así como una pequeña isla de Japón: Miyajima, que tiene un templo que dependiendo de las mareas "flota" sobre el mar.
Todo son lugares lejanos respecto a España, pero también hay lugares cerca que me cautivaron, como Roma, que me dejó son palabras por su monumentalidad. Había veces que no sabía dónde mirar.
De todos estos lugares hablo en el blog, por si quieres echarle un vistazo.
Un abrazo, Julián, y espero poder seguir "atrapándote" con mis historias viajeras.
hola, estaba viendo este post y me fascino tu historia, yo soy de mexico y mi sueño es conocer los lugares mas hermosos de todo Asia, me hice adicta a esos lugares gracias a los dramas q he visto, espero algun dia visitar esos lugares
Muy bueno este post! Quiero ir unos días a principios de diciembre a recorrer la Muralla. Una pregunta, ¿cuánto puedes recorrer de la muralla? ¿recomiendas el cable carril para subir o puede hacerse a pie tranquilamente?
Muchas gracias!
Paula :)
Ese siempre ha sido mi sueño conocer la Muralla China debe ser algo sumamente impresionante y maravilloso
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