La Basílica del Sacré Coeur de París es uno de los símbolos de la capital francesa, al igual que la Torre Eiffel. Está situada en la colina del barrio de Montmartre, a unos 130 metros de altitud, lo que hace que sea el lugar más alto de la ciudad. Durante mis visitas a París, siempre intento sacar algo de tiempo para pasear por esta zona.
Su construcción, iniciada en 1875 y finalizada en 1914, fue decretada por la Asamblea Nacional para homenajear a los ciudadanos franceses que perdieron la vida en la Guerra Franco-Prusiana y para expiar los pecados cometidos en el movimiento insurreccional de La Comuna de París de 1871.
El arquitecto de la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre fue Paul Abadie, que diseñó el edificio inspirándose en la arquitectura romana y bizantina. En el exterior destacan sus cuatro cúpulas, sobre todo la central, que mide 80 metros de altura, y está rematada por una linterna formada por una columnata; y el campanario, que contiene la campana más grande de Francia (pesa casi 19 toneladas y es conocida popularmente como la Savoyarde). En el interior del templo, concretamente en su ábside, se puede ver otra pieza de récord: el mosaico más grande del mundo, que cubre una superficie de 475 metros cuadrados.
La basílica, al estar situada en el corazón de Montmartre, es muy frecuentada por los turistas, sobre todo en verano y los fines de semana, lo que puede ser un problema si no te gustan demasiados las aglomeraciones de personas. Para mí este es uno de sus puntos débiles. Está claro que para disfrutar de este lugar es preferible ir a primera hora de la mañana.
Por el contrario, uno de sus puntos fuertes es que, al estar en el punto más alto de París, se pueden admirar bonitas vistas de toda la ciudad; eso sí, siempre que la contaminación lo permita.
Cómo llegar a la Basílica del Sacré Coeur de París
En metro: parada Abbesses (línea 12) y Anvers (línea 2), pero tendrás que caminar y salvar el desnivel de 50 metros que hay entre estas estaciones y la cima de la colina de Montmartre. No obstante, el paseo, a pesar de la subida y de algunas escaleras, puede resultar agradable, y es una forma de conocer las callejuelas y algunas placitas de Montmartre.
En el funicular de Montmartre, situado a 200 metros al sur de la estación de metro Anvers y a 350 metros al oeste de la estación de metro de Abbesses.
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